“Estén atentos, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. Mc 8, 15 Al llamar la atención sobre los peligros para una vida auténticamente cristiana, Jesús usa una imagen bastante fuerte: la levadura. De hecho, un poquito de levadura fermenta toda la masa. Hay que mantenerse absolutamente alejado de lo que sabemos que es malo, pues a veces lo que nos parece inofensivo por ser solo un poquito, acaba descomponiéndolo todo. Cuidémonos de la levadura del consumismo, de los juicios temerarios, de la acomodación, de las ganancias fáciles, de los vicios…, pues sin percibirlo, ellos fermentan toda nuestra vida cristiana y nos llevan a la hipocresía. Paz y bien.