“El hombre creyó en la Palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino”. Jn 4, 50 Muchas veces pedimos gracias y milagros a Jesús, pero no estamos muy convencidos de su poder. Este hombre que pidió la sanación de su hijo creyó en la palabra de Jesús y se fue. No se quedó exigiendo que Jesús se fuera con él ni le pidió otras señales; sencillamente escuchó la palabra de Jesús: “Puedes irte que tu hijo está vivo” y se pudo en marcha. Tantas veces los milagros no suceden en nuestra vida porque no creemos en la Palabra y no nos ponemos en camino. La fe nos hace caminar, aun sin comprobación. Paz y bien.