1/2/2024

“Entonces llamó a los doce y les envió de dos en dos…”. Mc 6, 7

“Entonces llamó a los doce y les envió de dos en dos…”. Mc 6, 7 Uno de los grandes peligros en la evangelización es que el misionero se olvide de Jesucristo y empiece a buscar satisfacerse a sí mismo, deseando aplausos, reconocimientos y otras glorias mundanas. Para mantenerse mejor en la fidelidad al proyecto del Reino, Jesús siempre ha enviado de dos en dos a sus apóstoles. Los dos juntos serán apoyo, ayuda e incentivo el uno al otro, así como podrán evaluarse y hasta llamarse la atención cuando se sienta algún desvío de ruta o alguna tentación. Tampoco es bueno que en la misión alguien esté solo, pues el egoísmo tantas veces se viste de buenas intenciones. Paz y bien.

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