“Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto para que todos los que creen en él tengan Vida eterna”. Jn 3, 14-15 La cruz de Cristo es para todos nosotros el mejor resumen de la historia de la salvación. Por amor, nuestro Señor Jesús entregó su vida por nosotros y, colgado en el madero, derramó su sangre. ¡Oh, cruz bendita, que pusiste en alto al Salvador para que todos puedan ser atraídos por él! ¡Oh, árbol de la vida, que nos das el fruto santísimo que nos devuelve la inmortalidad! Danos, Señor, la gracia de contemplar tu cruz y ser así contagiados con tu amor, que vence nuestros pecados y debilidades. Paz y bien.